LA MÚSICA EN EL CASANARE

 

Por: Felcer Dueñas Vallejo

El folclor es el conjunto de costumbres y tradiciones que pertenecen o identifican a  una región, pueblo o país, la música folclórica conocida como música llanera o Joropo es la representación de una región de la llanura colombo-venezolana y que inmediatamente a la conquista del nuevo mundo paso a denominarse la ribera oriental con el nombre de Capitanía General de Venezuela y la ribera occidental como La Nueva Granada; no así la colonización que nos fue igual a las dos riberas con la reducción y evangelización de los salvajes por las misiones en las llanuras de Casanare y las misiones de Orinoco del lado Venezolano.

Es allí donde se dan los primeros pasos de nuestra identidad folclórica a nivel musical, esta fue herramienta principal en la evangelización, el arpa desde el primer momento estuvo presente en los llanos del Casanare y Orinoco, nuestros indígenas muy receptivos y talentosos para ejecutarla y desde ese entonces se quedó en estas sabanas ardientes en un principio con los cantos litúrgicos de las solfas jesuitas evolucionando al paso del tiempo y las costumbres como otra particularidad del folclor que no tiene fecha de nacimiento sino que se alimenta de vivencias, se mejora cada día y se enriquece del sentimiento y la cotidianidad muy similar en las llanuras colombianas y venezolanas, de allí que buscar el sitio de su nacimiento es tarea inocua y estéril, somos región llanera y EL JOROPO nos identifica, así de sencillo.

Según el padre Rivero el primer texto en verso y que fue declamado e interpretado por los indígenas en San Salvador del Puerto cerca de donde hoy es Hato Corozal era de corte religioso, comenta que “el padre Neira compuso en lengua india una historia sagrada en verso que tomaron de memoria los Achaguas y la representaron en teatro público, función muy aplaudida y a la cual acudieron los vecinos españoles, con pasmo y admiración suya, viendo unos pobres indios casi recién salidos de los montes, representar sus papeles como los más versados” estamos hablando de la época dorada de las misiones de los llanos entre 1659-1767, hace unos 300 años.

Otro suceso es el del primer conjunto cuyo instrumento mayor fue el arpa, se dio a orillas de un pequeño rio llamado Guanapalo en inmediaciones de lo que hoy es Miramar de Guanapalo y se dice que “los indios Achaguas aprendieron a leer y escribir y algunos han salido bien diestros en la música de arpa, vihuela y chirimía con que solemnizan sus fiestas” y cerrando otro incidente cuando un mozo del interior alude con una copla a un natural de Casanare este le responde de manera espontánea en su propia lengua de manera cantada, hechos estos ocurridos en Casanare y certificados en las notas del Padre Rivero en su obra “Historia de las misiones de los llanos de Casanare”

Estos son los primeros registros de nuestra musicalidad y debemos afirmar que así como en el viejo mundo existía la música sacra en un principio de allí se derivó la música popular, es de resaltar que de la misma forma se desarrolló  en América y podemos afirmar hoy que somos descendientes de estos primeros declamadores de San Salvador, somos descendientes de aquellos arpistas de Guanapalo, descendientes de aquel coplero indio que responde en verso a un extraño y así se constituye el folclor llanero en las mismas condiciones en las reducciones de indios de Orinoco en la Capitanía de Venezuela, unos y otros aportan a lo largo de los siglos en una región llanera culturalmente indivisible.

“Si conocieran el llano en la frontera araucana

Que el de este lado y el otro sin documentos ni tramas

Cambian un burro maneto por una yegua alazana

Se hacen señas del barranco cuando clarea la mañana

Somos de un mismo folclor

Farfán, Francisco Montoya y el canario de las Guamas

 El poreño Walter Silva y Reinaldo con su fama

 John Onofre con Luis silva y por la misma razón, Manuel Orozco declama

No creo que haya algo mejor, que ser de esta tierra plana

De música y poesía, repleta de gente sana”

 

Creo importante comentar que en los últimos días resurgió la discusión bizantina por el origen del Joropo, música folclórica de la región llanera del lado y lado del rio Arauca y que es reconocida oficialmente como la música venezolana, pero a su vez hace parte de la música folclórica de los departamentos del Meta, Casanare, Arauca y Vichada.

Esta discusión inicialmente entre músicos, folcloristas, escritores ha llegado hoy a las instancias administrativas, acrecentando la controversia de manera significativa en las redes sociales en su máxima expresión.

Es de precisar que el folclor significa conocimiento del pueblo, es de carácter colectivo y constituye desde el punto de vista lingüístico la comunicación oral de un pueblo o región entre ellos se hallan: refranes, poesías, canciones y también la literatura narrativa.

Alguna vez  me comentó Rafael Martínez Arteaga “El Cazador Novato” poeta y declamador llanero que por el año 1966 esta discusión estaba en furor y es así que un grupo de folcloristas entre los que podemos citar a Rafael Martínez, Ángel Custodio Loyola y el Carrao de Palmarito, convinieron en la primera versión del Festival Araucano de la frontera que quien ganará el festival definiría la cuna del Joropo. Si lo ganaba un colombiano se determinaría que el Joropo es oriundo de Colombia y si el ganador era un venezolano el Joropo quedaría como nativo de Venezuela; en efecto ganó Rafael Martínez con el tema “Llanura yo soy tu hijo” como el mismo me lo relató y esto no pasó de ser una simple anécdota en los albores del Joropo tal como lo conocemos hoy con arpa, cuatro y maracas.

Y es que los registros de música llanera grabada son casi simultánea en Colombia y Venezuela, los pioneros de allá y de acá no tardaron en utilizar el disco de acetato una vez se difundió su uso después que se presentara en 1948 por la compañía Columbia Records y de esta forma  inmortalizaron sus  obras musicales, un reconocimiento a Juan Vicente Torrealba, Ángel Custodio Loyola, Tirso delgado, David Parales, Miguel Ángel Martin, Luis Ariel Rey y otros que se me escapan de una lista de excelsos pioneros de un folclor tan  hermoso del cual me siento agradecido con Dios de sentir, vivir y crear con amor y respeto.

 

Por lo tanto sigamos enriqueciendo este folclor que es colectivo, de todos y de nadie, del cuerpo y del alma, de niños y adultos… para siempre.

 

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Bibliografía:

-P JUAN RIVERO, Historia de las Misiones de los llanos de Casanare. Bogotá- Imprenta de Silvestre y compañía-1883.

- Julia Máxima Uriarte https://www.caracteristicas. Co/folklore/.

Comentarios

  1. Excelente resumen. El sitio de guanapalo, siempre es muy nombrado en la historia colonial y la campaña libertadora. Gracias por compartir

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