HONOR Y GLORIA AL GENERAL FRANCISCO DE PAULA SANTANDER

Felcer Dueñas Vallejo
Paz de Ariporo-Casanare 2019.

El General Francisco de Paula Santander, es el granadino más ilustre de la Campaña Libertadora, de 1815-1819 que tuvo su gestación en la provincia independiente de Casanare y que culminó con la victoria del 7 de agosto, en los campos de Boyacá.

Durante cinco años el general Santander, desplegó toda su capacidad política y militar, contando con el respaldo y acogida de los habitantes de estas llanuras ardientes y especialmente de su máximo caudillo, el General Juan Nepomuceno Moreno, quien ejerció en esa época la Gobernación de la provincia y además marchó en la ruta libertadora, como máximo jefe de la caballería patriota, que se inmortalizó con el nombre de “Los lanceros de Casanare” por su heroísmo desbordado, en las batallas decisivas para nuestra libertad.

El aprecio entre Santander y Moreno llegó al nivel de hermandad, hasta los últimos días de estos dos insignes generales, como lo citan los textos históricos, tanto que en la segunda marcha del general Moreno sobre la cordillera, únicamente con tropas Casanareñas, en la que entró victorioso a Santa Fe y fruto de las negociaciones con la dictadura militar, se logró el regreso, del injusto destierro en la persona del General Santander, compañero de luchas, sufrimientos y gloria del general Moreno.

Ese aprecio y estima, se mantuvo en las gentes de estas sabanas ardientes, en las riberas de los ríos, en las vegas del Ariporo, en las laderas del piedemonte y especial en la mente de altivos llaneros, con sus cantos, corrios y poemas, que mantuvieron vivo el recuerdo hasta nuestros tiempos.

Pero debemos reconocer, hoy con hondo pesar, que este fervor patriótico ha ido disminuyendo con el paso de los años; no así ocurría, en primer centenario de la muerte del General granadino de mayor alcurnia y grandeza. Testigos, los actos conmemorativos, del primer centenario de su muerte en la región de los llanos, en la población de Moreno hoy Paz de Ariporo, donde se erigieron, en esa época, en el parque General Santander, del pueblo de Moreno y en el parque central, de una pequeña villa llamada la Aguada sendos monumentos, que se descubrieron con motivo de esta conmemoración, en mayo de 1940.

El de la Aguada, un centro poblado de Paz de Ariporo, sigue en pie intacto al paso del tiempo, resiste rebelde el paso de los años y el olvido; la población de Moreno, cabecera municipal fue destruida en la violencia de los años cincuenta, pero el obelisco permanece en pie, pese a que está totalmente abandonado y su placa fue retirada, se puede establecer su originalidad citando el libro de Carlos Valor Segua, nacido en Moreno quien describe lo siguiente:

Por la carrera occidental de la plaza, hacia el sur, en la esquina contigua a la manzana, al oriente, se encontraba el parque Santander, con un kiosco céntrico. Allí bajo ese dombo, se levantaba un macizo pedestal en cuya cara interior campeaba la efigie broncínea del fundador civil de la República y Hombre de las Leyes: General Santander, homenaje del pueblo en el centenario de su muerte. (Valor Segua Carlos A. monografías de la Fragua –Moreno –Paz de Ariporo. 1992. Pg 39).

Hoy queremos reconocer, en nombre de la raza llanera, gratitud eterna al General Francisco de Paula Santander, cuyas huellas, no se borrarán jamás de nuestro suelo, libres como los caminos, que se extendieron por toda la geografía de la patria, que tanto amó y defendió, este compatriota nuestro.

Por la carrera occidental de la plaza, hacia el sur, en la esquina contigua a la manzana, al oriente, se encontraba el parque Santander, con un kiosco céntrico. Allí bajo ese dombo, se levantaba un macizo pedestal en cuya cara interior campeaba la efigie broncínea del fundador civil de la República y Hombre de las Leyes: General Santander, homenaje del pueblo en el centenario de su muerte. (Valor Segua Carlos A. monografías de la Fragua –Moreno –Paz de Ariporo. 1992. Pg 39).

Monumento de la Aguada.
HOMENAJE EN HONOR Y GLORIA AL GENERAL
FRANCISCO DE PAULA SANTANDER EN EL PRIMER
CENTENARIO DE SU MUERTE. LA AGUADA MAYO 6 DE
1940